eclarada Fiesta de Interés Turístico Nacional, el Carnaval de Badajoz es una de las celebraciones que sin duda esperan los pacenses con más ganas.
Por eso, en cada rincón de la ciudad, en cualquier época del año, no es raro que descubras gente trabajando en secreto en los disfraces del año siguiente.
Tules, fieltros, rasos y un sinfín de materiales más dan vida a los trajes que las comparsas lucen cada año en el desfile de Carnaval de Badajoz, un espectáculo de ritmo y color que no deberías perderte.
También es de gran interés el concurso de murgas que se celebra en el teatro López de Ayala los días previos a las fiestas.
La ironía y el ingenio caracterizan las letras de unas canciones que alegraran las noches y los días de las concurridas plazas y calles de Badajoz.
La final se celebra el viernes de carnaval, tras el desfile de las comparsas infantiles y el pregón oficial de la fiesta.
Las tres murgas ganadoras actuaran para todo el mundo una vez finalizado el entierro de la sardina, que se lleva a cabo cada martes de carnaval en el Barrio de San Roque.
Por cierto, que se reparten pan, sardinas asadas y vino de la tierra a todo el que se acerque a celebrar, por si te apetece tomar un bocado.
Los desfiles de artefactos, que son estrambóticas creaciones sobre ruedas, también llaman mucho la atención tanto a los pacenses como a los miles de visitantes que se acercan a Badajoz para participar en estos cinco días de fiesta en los que la diversión está asegurada a cualquier hora del día.
Fíjate si es importante el carnaval pacense, que Badajoz tiene un museo dedicado a esta fiesta, en la que se exhiben documentos, disfraces, composiciones musicales, letras ingeniosas y artefactos que dan vida a la “memoria colectiva” que este museo recoge.